Mar de nubes |
Aitor en la arista |
Pero a pocos metros de la cima empieza lo peor. No me refiero a un fuerte viento que nos tire, ni a una tormenta no anunciada, ni a un percance de alguno de nosotros. A pocos metros de la cima se me empieza a hinchar la vena. Esa que se nos marca en los momentos de enfado. Aquello más que una cima parece una frutería. Peladuras de naranja, plátano, pistachos... por todas partes y de todos los colores, negro, amarillo, naranja...
Sigo sin entender a estos "montañeros" que cuando les dices que no tiren las cáscaras de naranja, o de lo que sea, en el monte te responden con eso de que "se lo comen los animales", por cierto, la etiqueta del plátano no les gusta a los caballos, y logicamente se les llena la boca de la palabra "biodegradable". Estos egoistas que no piensan que despues de ellos sube más gente a los que nos gusta ver la montaña limpia sin restos, sin nada que distorsione las vistas. Claro que se lo pueden comer los animales o no, pero mientrás no se lo coma ningún animal ese desperdicio continuará allí.
Puestos a ser extremos, puedo aprovechar la ocasión para, y perdonadme la expresión, echarme una buena cagada junto al buzón de cima. Tal vez, no se lo coman los animales pero si que es buen abono y BIODEGRADABLE.
Un verdadero vertedero |
Y pasemos al término biodegradable si es que al final no se lo come un animal. Para ello pongo un listado de la duración de desperdicios en la naturaleza:
- Pieles de frutas - De 3 meses a 2 años
- Pañuelo de papel - 3 meses
- Filtros de cigarros- Entre 1 y 5 años
- Chicle - 5 años
- Latas de hojalata - 50 años
- Bolsa de plástico - 400 años
- Latas de aluminio - 500 años
- Botellas de vidrio - 1000 años
Si hemos subido una naranja, ¿porque no bajar las cascaras que pesan menos?
Cima del Txindoki con Aizkorri al fondo |
No hay comentarios:
Publicar un comentario