jueves, 14 de noviembre de 2013

Miércoles después de cerrar. Necesito descansar por un día. Un capricho hecho costumbre, paseo corto y caña con picante en el "Miguel". Entro, saludo, y pido mi "costumbre". La caña viene enseguida, el picante debe esperar. De mientras, el camarero me pregunta si me he enterado del que ha caido -prefiero usar un eufemismo- en Escocia, si lo conocía. No sé nada, es la primera noticia. Ya llevo unos años que me entero así del lado más ingrato de la montaña. La gente te toma como referencia. Enseguida llamo a una de mis referencias, el tampoco le conoce. Su nombre se me hace familiar, aunque egoistamente no tan familiar para angustiarme demasiado. Siempre las noticias así te generan un escalofrío que injustamente se desvanece cuando implica cierta lejanía. Necesito ponerle cara, pero internet no me la pone.
Hoy aprovecho para hacer unos recados y de paso me tomo un café en el "Txuntxurro". Y la misma pregunta desde el otro lado de la barra. Cojo el periódico y le pongo cara. Claro que me sonaba su nombre, y ahora su rostro, otro escalofrio.
Que injusta es la costumbre.
Desmond Dub