lunes, 15 de agosto de 2016

DIBONA



No recuerdo como dí con ella. Creo que fue consultando el porque del nombre “Dibona” a unas zapatillas de la marca Vaude. Pero cuando vi su silueta en la pantalla del ordenador tuve la misma sensación que cuando ví por primera vez el Dent du Geant desde la Aguille du Midi. Decía Gaston Rebuffat “El alpinista es un hombre que conduce su cuerpo allí donde, un día, miraron sus ojos. Y que además vuelve" y como en el caso del Dent du Geant vuelvo a cumplir la definición.
La Aguja se encuentra en L’Oisans, una región de los Alpes franceses, en los departamentos de Isere y Hautes-Alpes. Está dentro del Parque Nacional de los Ecrins, donde ya había estado en otras dos ocasiones más para ascender la Barre des Ecrins, justo en el otro lado.
Para Itsaso es el primer viaje a Alpes y por primera vez, mientras ascendemos por la estrecha carretera del valle de Veneón  puede contemplar glaciares.

Llegados a Saint Christophe en Oisans dejamos el coche en la aldea de Les Etages (1597mts) para ascender al refugio Soreiller (2730mts) situado en el circo de Soreiller y a los pies de la Aguja.
Tras cerca de una hora de pateo, y nada más pasar un puentecillo nos encontramos por primera vez, frente a frente, con la Pain de Sucre. Porque así es como se llamaba en realidad esta flecha de piedra que apunta al cielo hasta que el 27 de Junio de 1913 el guía y alpinista italiano Angelo Dibona ascendió por primera vez a su punta. Verla al fondo del valle impresiona.







Las palabras precisas para definirla las vuelve a tener Rébuffat “Esta aguja es un monumento de piedra dada a la humanidad por la tierra y el tiempo, una extraordinaria escultura en el cielo, la luz y el silencio de Oisans. Los mismos logros de los escaladores en otra montaña no serían tan maravillosos. Esta aguja era una pregunta, trepar por ella una respuesta







Después de más o menos tres horas desde el coche llegamos al refugio donde nos reciben las chicas que lo gestionan, nos registramos y nos tomamos una bière, y, pese al lugar, no nos sabe a gloria.
Desde el refugio, la aguja no impresiona tanto. Está a penas a 5 minutos de la pared y desde esta perspectiva pierde un poco su afilada figura y parece una pared más, aunque asusta pensar que pierda el equilibrio y deje al refugio como un hito.

A la mañana siguiente, prepararnos, desayunar y tras el paseo de 5 minutos hasta la cara este nos situamos al pie de la vía que vamos a realizar. L'éthique de la joie es una de las últimas vías abiertas y se encuentra en la cara Este, alejada de la concurrida “Visite obligaoire”. 330 metros de desnivel a salvar con pasos de 6a/6a+ en un granito increible.


Somos los primeros en comenzar a escalar en esta cara, pero pronto apareceran dos cordadas más que seguirán nuestros pasos.

En la parte final, y como es una aguja, se forma un embudo donde nos vamos juntando cordadas, y tras dos largos finales en la arista llegamos a los 3131mts de la cima.



Como equilibristas llegamos a la reunión del rapel para bajar por la normal. En un rapel de 60 metros o dos de 25 nos situamos en un destrepe de III grado que forma el primer largo de la normal. Después por pedreras hasta el refugio.
Ya que he mencionado a Rébuffat, terminaré con otra de sus frases celebres y que debería resonar como una voz en off cuando te gires a ver por última vez la Aguja Dibona junto al puentecillo donde la observaste por primera vez.
"Allá donde las casas, y después los árboles y , a continuación, la hierba desaparecen, nace un reino estéril, salvaje y mineral; sin embargo, en su pobreza extrema, en su desnudez total, ofrece una riqueza que no tiene precio: la felicidad que se descubre en los ojos de los que lo frecuentan."




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