miércoles, 19 de noviembre de 2014

Una Expedición que dura ya 10 años

Ya han pasado 10 años desde que monté el campo base de esta expedición. Una expedición que continua y que si lo miro bien no sabría exactamente decir donde se encuentra, si en el campo 2, en la cima, bajando, aclimatando... lo que si es verdad es que no me he quedado esperando en el campo base.
Diez años duros, muy duros, de los cuales he aprendido a valorar el tiempo y la amistad.

Por que en todos los viajes, expediciones, vías, rutas de montaña, el tiempo es fundamental. El metereológico puesto que el éxito o el fracaso depende la mayor parte de él, o también poniéndole o quitándole dureza. Y el otro tiempo, el medido, el que nos pone plazos, el que nos permite disfrutar más o menos de la actividad, el que nos dice cuando tenemos que marchar y volver. Y esta expedición ha absorbido, absorbe, mucho de este tiempo, tiempo que resta para realizar las otras rutas, vías, viajes...

Pero por otro lado, esta expedición ha destacado, y destaca, por la cantidad de personas que he conocido y espero conocer. Muchas de ellas por poco tiempo, pongamos 15 minutos, pero con las que hemos viajado a Santiago, a Patagonia, Namibia, Marruecos, Bolivia, Perú, Nepal, India, la vuelta al mundo, a cap de creus... Algunas de ellas venían de Australia, Brasil, México... andando desde Chequia, Holanda, Dinamarca. Que terminaban la transpirenaica y decidían continuar hacia Santiago de Compostela, que cuando volvían a pasar por Irún se acercaban a saludar, a contar como les ha ido, enviando postales..compartiendo su viaje, su experiencia conmigo y a las que agradezco haberme dejado "acompañarles".

He tenido el apoyo de la gente más cercana, gente que me ha animado a seguir luchando por este proyecto, gente que ha confiado y siguen confiando en mí. Gente que sin conocerles me aconsejaron.

He conocido a muchos que han empezado a escalar, que han afrontado su primera marcha regulada, su primer tresmil, su primera vía invernal, su primera ultra maratón o su primera vía en Riglos. Dentro de esta pequeña tienda han surgido amistades, cordadas, equipos, e incluso ha sido el germen para una carrera de montaña.

Pero en todas las expediciones hay desilusiones, malos momentos, situaciones que fortalecen la amistad o la relegan a un simple interés. Desde el principio hubo gente que no apostó por este viaje, y siguen sin hacerlo. Para algunos llevamos levantando el campamento mucho tiempo, pero aunque no lo quieran ver seguimos abriendo la ruta.

Gracias a todos. No pongo nombres, cada uno ya se habrá visto identificado. Para los que no se encuentran, aún hay espacio en esta tienda para compartir expedición, aunque sean 15 minutos. Y para los últimos, la vida es como una caja de bombones

No hay comentarios:

Publicar un comentario